El modelo de igualdad de posiciones de François Dubet: Un enfoque diferente sobre la justicia social

El modelo de igualdad de posiciones de François Dubet: Un enfoque diferente sobre la justicia social

Retomando discusiones sobre Estado-Sociedad, en esta ocasión vamos a analizar el modelo de igualdad de posiciones que propone François Dubet en su libro “Repensar la justicia social: contra el mito de la igualdad de oportunidades”.

El modelo de igualdad de posiciones de Dubet ha buscado limitar las brechas sociales tratando de que las posiciones ocupadas por los menos favorecidos sean aseguradas y controladas por los derechos sociales. Regula los derechos a través del mercado de trabajo y está atento a la desigualdad en la génesis social a diferencia del modelo de oportunidades. Busca reducir las desigualdades de ingresos, el acceso a los servicios y la seguridad social haciendo que las posiciones estén más cerca en la estructura social.

Critica a la lógica de la movilidad social individual que supone ofrecer a todos la posibilidad de participar en la carrera social. El sujeto está definido por su trabajo, su función y su utilidad a diferencia del modelo de oportunidades que lo define en función de sus cualidades individuales, talentos y esfuerzos.

Entre otras características, el modelo conecta con la idea de una sociedad salarial donde las posiciones tratan de ser aseguradas por los derechos sociales y una intervención activa del Estado para que la igualdad se oriente más allá de reducir las distancias entre ingresos, sino a proteger los salarios, reorganizando el conflicto de la lucha de clases, así produciría igualdad sin trastocar el orden social.

La metáfora del “techo de cristal” usada en este modelo, indica la imposibilidad de las mujeres de trascender y superar las situaciones a las que se enfrentan ya que el mundo laboral tiene una impronta masculina y eso genera un retraso en materia de igualdad de derechos, se las invita con fuerza a permanecer en lugares de subordinación y es común que la mayoría de las políticas tengan estos discursos.

Las cargas familiares y la maternidad son considerados un obstáculo a la hora de ascender en el mercado laboral, acarrean retrasos en las tareas, menos compromiso con el trabajo y por lo general las que tienen personal de servicio pueden superar estas “trabas” aunque no totalmente. También este mecanismo se puede ver como un tipo de discriminación inicial ya que a la hora de acceder al mercado laboral se le tiene más confianza al hombre que a la mujer ya que esta “corre el riesgo de quedar embarazada” y cuando ya no corre este riesgo es demasiado tarde. Los salarios son menores en consecuencia y caen con mayor facilidad en el desempleo y la precarización que los hombres.

Las políticas de las familias por ejemplo se han dirigido a asegurar el lugar de las mujeres en la familia y mantenerlas allí, las escuelas han orientado a las jóvenes hacia trabajos considerados femeninos y para el hogar, lo que limitaba a la mujer a estos espacios.

El mecanismo de la discriminación social positiva ocasiona a veces formas de victimización en los procesos de subjetivación, por ejemplo el hecho de utilizar el "soy pobre" como estrategia para acceder a una política focalizada como la de Paicor. Además, marcar la diferencia con las luchas políticas y la búsqueda de cupos, por ejemplo. laborales

La discriminación social positiva y los procesos de victimización no posibilitan cuestionar la arbitrariedad. Los sujetos movilizan redes, capitales, reconocimientos, para hacerse notar y el modelo de igualdad de oportunidades conduce a definir grupos sociales a través de discriminaciones y desventajas en función de tener la chance de acceder a todas las posiciones. Los obreros se vuelven clases desfavorecidas así como los barrios populares, se encasilla en estas categorías populares por ciertas nociones económicas, culturales y sociales que privan a los individuos de ascender socialmente a mejores posiciones.

Estas injusticias sociales llevan a una lucha contra las discriminaciones que puede ser orientada a garantizar la igualdad de acceso a los bienes y servicios de los cuales están excluidos, para erradicar esto es necesario abrir las puertas de las instituciones y asegurar la equidad de los procesos de selección y por otro lado tener en cuenta las discriminaciones específicas y actuar con políticas dirigidas a establecer las condiciones de una competencia equitativa.

La discriminación se asienta sobre estereotipos negativos, para combatirlos es importante que las minorías hagan reconocer como valores positivos las características sociales y culturales por las cuales son discriminadas.

Los inmigrantes y las mujeres son víctimas de una doble injusticia, en sus carreras profesionales, en la vida cotidiana y por su identidad que no es reconocida positivamente en igualdad con otras. Otro punto a destacar es como la ficción estadística de la igualdad de oportunidades está en la justicia social e impone a todo un conjunto de individuos y de grupos con un punto en común que es el de sumar victimas de discriminación, esto se trata de medir el mérito de la persona reconociendo que corresponde al determinismo social y que a la responsabilidad individual. En este modelo nadie debe ser una víctima pasiva, se centra en la idea de definir a los sujetos en función de sus esfuerzos y talentos, la ayuda social pone al sujeto en una situación de responsabilidad por su pobreza, culpa al sujeto y expresa que la solidaridad se da a cambio de la actividad.

Si quieres conocer mas sobre este tema y el modelo de igualdad de oportunidades aquí te dejo el link al siguiente post:


Repensar la justicia social: Reflexiones sobre el modelo de igualdad de oportunidades

Repensar la justicia social: Reflexiones sobre el modelo de igualdad de oportunidades



Comentarios