A finales del siglo XIX Nietzsche encarna la crítica más radical que se haya hecho en Occidente contra la “cultura establecida”, en todos los terrenos: filosofía, ciencia, moral, arte y otros. Nietzsche apunta como el acontecimiento más importante de la época contemporánea, de la cual él se siente testigo, la “muerte de Dios”, “Dios ha muerto, viva el superhombre”.
Su pensamiento es contrario a todo tipo de razón lógica y científica y su filosofía puede ser definida como un “vitalismo”: su obra está determinada por ser una reacción contra la mediocridad y el convencionalismo de la moral tradicional, y una crítica implacable de todo su sistema de valores. Por contra, Nietzsche afirma la autonomía del hombre y rechaza toda trascendencia religiosa, a la que considera un obstáculo para crear un nuevo tipo de hombre.
PERÍODOS Y OBRAS:
- Período romántico: Se inspira en los clásicos, especialmente en Heráclito y los autores trágicos. Lucha por un nuevo ideal de cultura (El Nacimiento de la Tragedia; Sobre la Verdad y Mentira en Sentido Extramoral).
- Período positivista: Busca inspiración en los ilustrados franceses. Predomina la crítica de la cultura occidental: condena la metafísica (sobre todo la platónica), la religión y el arte. (Humano, Demasiado Humano; Aurora; La Gaya Ciencia).
-Período crítico: es el período fundamental ya que desarrolla sus ideas más originales y la parte más dura de su crítica, ataca a la filosofía y moral tradicionales y se da cuenta de que tiene que destruir al hombre tal y como es para que pueda venir el Superhombre, que es el que conoce la muerte de Dios, tiene la voluntad de poder y se mueve en el eterno retorno. Se propone eliminar el dogmatismo teórico de todos los valores y hacer una “transmutación” de los mismos, es decir, situar los valores que son conformes a la vida en lugar de los contrarios a ella: Más Allá del Bien y del Mal; La Genealogía de la Moral; El Crepúsculo de los Ídolos; El Anticristo; Ecce Homo; Así Habló Zaratustra; La Voluntad de Poder (póstuma).
Nietzsche va a utilizar la genealogía (rastrear y exponer los orígenes de algo) para tratar de interpretar el sentido de los conceptos morales. Para él, un valor posee siempre una genealogía, de la cual dependen su nobleza o su bajeza. Se opone tanto al carácter absoluto de los valores como a su carácter relativo:
-No son absolutos: puesto que sólo tienen sentido en un contexto determinado.
- No son relativos: pues no vale cualquier cosa, sino sólo aquellos valores que tienen sentido en ese contexto concreto.
Nietzsche parte del supuesto de que la cultura occidental está viciada desde su origen: es una cultura racional y dogmática y por eso decadente que se opone a la vida, a los instintos; este dogmatismo se manifiesta en la filosofía, en la religión y en la moral.
A) Crítica a la Moral: El principal error de la moral tradicional es su “antinaturalidad”. Es aquella moral que en virtud de leyes, de decálogos, normas e imperativos, se opone a la vida, a los instintos primordiales. La base filosófica de esta moral es el platonismo: el mundo de las ideas sirve de “más allá” religioso para los cristianos, de tal manera que acaba convirtiéndose en la metafísica cristiana. Al afirmar que existe un orden moral del mundo lo que se ha hecho ha sido afirmar que alguien desde fuera del mundo, desde fuera de la vida, dirige a los hombres. Así han prevalecido los valores de los débiles: la compasión, la misericordia, el sacrificio, en los que se ve una decadencia y no una superación.
Nietzsche critica a la moral porque mata la vida: la vida descansa sobre unas bases que están en contra de la moral tradicional, pero la vida es lo único real, la moral es ficción y calumnia. Nietzsche distingue dos tipos de moral:
- Moral de los señores: es una moral caballeresca, propia de los espíritus elevados, que ama la vida, el poder, la grandeza. Es la moral propia del Superhombre, la del que quiere la muerte de Dios.
- Moral de los esclavos: es la inversión de los valores: el dolor, la humildad, la amabilidad. Es pasiva, no crea estos valores sino que los encuentra en sí misma. Representa la subversión de los valores reales; nace con el judaísmo y es heredada por el cristianismo. Nietzsche examina la historia de la cultura occidental y constata un ascenso de los valores de los débiles: han tenido la fuerza para imponer su criterio a los fuertes; esta moral culmina con los movimientos sociales de liberación desde la Revolución francesa. Para superar esta decadencia hay que poner en su puesto al Superhombre libre de toda servidumbre religiosa, de todo dogmatismo católico.
B) Crítica a la Religión Cristiana: Toda religión nace del miedo, de la angustia y de la necesidad que surge de la impotencia que siente el hombre en sí mismo; por lo tanto ninguna religión ha contenido jamás ninguna verdad. Se trata de la incapacidad de asumir cada uno su propio destino. Concretamente, el cristianismo ha invertido los valores de la antigua Grecia y Roma, que eran valores vitales, y se han inventado un mundo irreal, celestial, que lleva consigo la desvalorización del mundo terreno que supone el extravío de los instintos (inventa otro mundo y desprecia este), sólo fomenta valores mezquinos (la obediencia, el sacrificio; que son sentimientos propios del rebaño; es el enemigo del Superhombre), habla de pecado, con el que aniquila las formas más nobles de vida y las pervierte desde su raíz.
C) Crítica a la Filosofía Tradicional: Para Nietzsche, la filosofía occidental desde Sócrates y Platón, está corrompida. Con Sócrates comienza la tiranía de la razón sobre la vida y de la moral sobre la estética. Una de las razones que tiene en su contra es que siendo un "sabio" tenga una actitud tan negativa hacia la vida. También le reprocha la utilización de la dialéctica, que considera un arma de los plebeyos, al igual que la ironía.
La crítica que hace Nietzsche a la filosofía está estrechamente unida a la crítica que hace a la moral: la moral tiene su base en la filosofía platónica, con sus dos mundos diferentes y distanciados. El mundo de los sentidos es algo malo, causa de la perdición. La filosofía tradicional es dogmática: considera al ser como algo estático, inmutable, abstracto. Pero ese ser no existe: no hay conceptos estáticos, sólo existe el devenir (sólo existe el mundo de las apariencias, los fenómenos). De ahí que admire a Heráclito y a Hegel; no admitirá, sin embargo, a Kant por su separación entre fenómeno y noúmeno.
Nietzsche señala dos errores graves en la filosofía:
- La minusvaloración de la realidad: la filosofía clásica y la metafísica desprecian la realidad concreta y cambiante, y así rechazan el mundo real; además colocan en su lugar un mundo imaginario al que después llaman verdadero.
- La confusión que crea entre lo último y lo primero: significa que en filosofía se guían por conceptos generales y vacíos, que no son más que vaciedades y así se llega al concepto supremo de Dios que es lo último, lo más tenue y vacío y se coloca como lo primero. Como conclusión a la triple crítica anterior llega Nietzsche a su afirmación de que Dios ha muerto. Para Nietzsche es la liberación de un gran peso que abruma al hombre: el peso de la idea de un más allá. Nietzsche llega al convencimiento de que la idea de Dios es lo que impide al hombre ser hombre. Dios es el gran obstáculo para que llegue el Superhombre. Por eso piensa que para que viva el hombre ha de morir Dios. La muerte de Dios significa que se han derribado los pilares que sostenían la tradición y la cultura de occidente. El pensamiento resultante es que no hay lugar para Dios en la cultura moderna: “nosotros hemos matado a Dios”, al pilar sobre el que se sostenía toda la cultura de occidente; significa asimismo que se han subvertido todos los valores de la vieja humanidad para que pueda nacer el Superhombre. Con ello comienza una nueva historia; en ella el hombre liberado de mitologías y supersticiones se puede convertir en creador de su propio destino y llegar, por fin, a ser hombre. Frente a la antigua moral, la nueva moral está basada en el deseo de vivir, apoyada en la exaltación de la vida (dionisíaca): la vida tiene valor por sí misma y no hay que buscarle otra explicación, no hay que imponer ninguna norma a la vida sino gozar de ella: Vitalismo. La nueva moral se basará en la exaltación de las fuerzas primarias, en la moral de los señores frente a la de los esclavos. Es la moral de la exigencia y afirmación de los impulsos vitales.
EL NIHILISMO
En Nietzsche el nihilismo significa no atribuir a la vida ningún valor, desvalorizar la vida. Esto se hace cuando en lugar de la vida se coloca algún valor ficticio, nihilismo significa también la reacción frente a los valores con los que se sustituye el valor de la vida. Así en el nihilismo se niega a Dios, a lo verdadero, al bien. Este es el sentido de la expresión “muerte de Dios”, es la consecuencia propia de la ausencia de valores, la falta de respuesta a las preguntas que se habían respondido desde Dios y ahora hemos perdido la orientación. Esta parte negativa exige dialécticamente una parte positiva (es negar para afirmar, destruir para crear), de esa negación surge los nuevos valores, la voluntad de poder, el Superhombre. Nietzsche parte del supuesto de que la cultura occidental está viciada desde su origen: es una cultura racional y dogmática y por eso decadente que se opone a la vida, a los instintos; este dogmatismo se manifiesta en la filosofía, en la religión y en la moral.
La Nueva Visión del Hombre:
La antropología de Nietzsche está en la misma línea crítica de los valores culturales de occidente, el hombre entra en esa misma visión pesimista de la decadencia occidental. Para Nietzsche el hombre es:
- un ser Miserable: desprecia la tierra, el cuerpo, el instinto; es un ser a medio hacer entre la bestia y el Superhombre.
- es un Animal Defectuoso: es el único animal del universo que aún está por hacer; corre un riesgo: o vencer al hombre mediante la superación (convertirse en Superhombre) o volver a la animalidad. Este hombre se resiste a abandonar los valores del pasado y dar un nuevo sentido a la humanidad.
El Superhombre:
El hombre no es un ser estático, inmóvil, sino que está dotado de una enorme capacidad creadora, y la manera de superarse es la “voluntad de poder”. La vida tiene una fuerza enorme, este sentido de superación implica que para que el hombre llegue al Superhombre tiene que superar la moral tradicional y llegar a una nueva moral de acuerdo con la naturaleza. Este afán de superación le debe llevar a expulsar a Dios de su interior: Dios ha muerto y sólo queda el hombre que se va superando hasta llegar al superhombre.
Características del Superhombre:
A partir del tercer momento (el niño) es cuando empieza a aparecer el Superhombre que da lugar a la nueva humanidad libre y creadora; las características fundamentales del Superhombre son:
a) Ansia de vivir: el hombre nuevo, el Superhombre, se preocupa de la vida, sobre todo de la vida corporal, la salud, el placer, la violencia, la victoria y el éxito. Las virtudes que ama son la fuerza física, el poder, la rebeldía del fuerte y del poderoso.
b) Superación: sobre todo de la moral tradicional cristiana: no está sometido a ningún precepto moral porque se sitúa por encima del bien y del mal. Lo que favorece a la naturaleza es bueno, lo que la perjudica es malo.
c) Superior: se aceptan las jerarquías entre los hombres, ya que la igualdad sólo lleva a la moral del rebaño. El Superhombre debe practicar la moral de los señores que dominan por la fuerza y la violencia.
d) Valores: no se cambian sólo los valores, sino también la forma de valorar, es decir, la forma de vivir.
e) Terrenal: vive la fidelidad a la tierra, lejos de la trascendencia metafísica y de la idea de Dios.
f) Poder: el Superhombre vive la voluntad de poder: la conciencia de las ansias de vivir; es la voluntad de dominar y de recrear al mundo y sus valores, el ser señor y no esclavo.
g) Retorno: es el ser que vive el eterno retorno: querer el futuro es volver a querer el pasado: todo ha existido ya.
La Voluntad de Poder:
Para Nietzsche, el mundo, el hombre y la vida son voluntad de poder. Esta no es “voluntad que busca el placer y evita el dolor”, ni “voluntad de vida”; más bien al contrario: la vida es voluntad de poder, sinónimo de voluntad de ser más, de vivir más, de superarse y de mostrar una fuerza siempre creciente: voluntad de crear. Por eso es voluntad creadora de valores nuevos y aniquiladores de los tradicionales. La voluntad de poder constituye el principio fundamental de todas las valoraciones. Para Nietzsche, el mundo, la vida y el superhombre son voluntad de poder, y los nuevos valores son la expresión de esa voluntad.
El Eterno Retorno:
Dijo Nietzsche que era su pensamiento más profundo pero el menos elaborado. Es un sí a la vida que no solamente afirma los valores de esta tierra, sino también el deseo de que se repita eternamente. Parece ser que el eterno ciclo de nacer y morir se repite eternamente para todos. Este pensamiento asusta a aquellos que han vivido toda su vida bajo la moral tradicional en espera de un más allá que pague sus sacrificios; en cambio al Superhombre, que ha vivido bajo su propia moral de los señores, este pensamiento debe llenarlo de gozo. Nietzsche niega la posibilidad de la Metafísica y, además, parte de la pérdida de la fe en Dios y de la inmortalidad del alma. Esta vida que se afirma pide siempre ser más, pide la eternidad en el placer y volverá una y otra vez.
VALORACIÓN
La filosofía de Nietzsche ha sido objeto de numerosas valoraciones más o menos negativas. Así desde sectores marxistas se ha señalado que su crítica a los valores morales llevaría al dominio social y político de los más poderosos y daría lugar a una sociedad injusta y desigual. En el cristianismo ha habido también muchos ataques al anuncio de Nietzsche de la muerte de Dios y finalmente, desde perspectivas kantianas, se ha indicado que, la exaltación de la libertad y de la capacidad de crear nuevos valores no es más que la renuncia a la razón como rectora de la vida y que expresa el abandono a los instintos más primitivos que todavía habitan en el ser humano.
Comentarios
Publicar un comentario